Temas: Empleo, Empresa, Estadísticas, Laboral, León, Paro

El verano no está siendo una etapa propicia para el empleo en la provincia de León que ha registrado en agosto un nuevo incremento del paro del 0,51%, respecto a julio, lo que se traduce en 105 personas más en busca de un trabajo y eleva la cifra de desempleados hasta las 20.742 personas.

La mayor destrucción de empleo la protagonizó el sector servicios con 137 parados más; seguido de industria con 26 desempleados más y construcción, con 9. El sector agrario, con 37 nuevos empleos, y el colectivo de sin empleo anterior, con 30, compensaron en parte la pérdida de fuerza laboral.

Este incremento del paro en la provincia está en línea con lo sucedido a nivel autonómico, donde el desempleo subió un 0,95%, y a nivel nacional donde aumentó un 0,86%.

Sin embargo, en la comparativa interanual, la provincia sigue reduciendo la lista de parados y son 419 menos que hace un año, un descenso del 1,98%. Se trata de un porcentaje muy por debajo del registrado en Castilla y León, de 4,24% y del anotado en el conjunto del país, del 4,83%, lo que denota que estamos perdiendo dinamismo y no hay tanta “alegría” a la hora de realizar nuevas contrataciones.

En cuanto a las afiliaciones a la Seguridad Social, la provincia de León sumó 86 nuevos efectivos en agosto, hasta los 170.337 afiliados, -de los que 35.000 son autónomos-, un ligerísimo incremento del 0,06% que contrasta con la pérdida general de cotizantes en Castilla y León (0,41%) y en el resto del país (0,91%). Respecto a hace un año el balance de afiliados en León es claramente positivo, con 2.281 cotizantes más (1,36%) pero no llegamos a alcanzar la media de la comunidad del 1,89% ni del resto de España, del 2,33%.

El balance de este verano de 2024 no está siendo positivo para el mercado laboral, con dos meses consecutivos de aumento del paro que se sigue cebando más con las mujeres y afectando al sector servicios, que acapara el 70% del total del desempleo. Observamos con preocupación que el ritmo en las contrataciones ha ido disminuyendo y esta pérdida de dinamismo se debe, entre otras razones, a los altos costes laborales que soportan las empresas (salarios y cotizaciones sociales) y también a la dificultad para casar la oferta con la demanda laboral.